Después de casi 17 años de trabajar en Suiza y acumular el estrés que ello conlleva, decidí tomar unas vacaciones de tres meses. Como destino turístico elegí a Centro y Sudamérica, pero en concreto fui a México, Guatemala y a donde mi ánimo me alcanzara a llevar.
Así compré mi boleto y emprendí el que fue el viaje que cambió el destino de mi vida. Al viajar por México me enamoré de este país instantáneamente; continué mi viaje hacia Guatemala y ese tiempo me dio la pausa para entender que la decisión que habría de tomar más adelante era fácil; pero me quedó ya muy claro algo a mi regreso a Suiza: ¡que el único país donde quería vivir era MÉXICO!
En Suiza hice los arreglos necesarios para aventurarme a vivir en un país extranjero y me puse a trabajar en idear algún proyecto; fue hacia el año de 1991 cuando me dirigí en un largo viaje a Houston en mi vieja Combi, en donde no me bastó un trabajo administrativo que no pude aceptar y así regresé al país de mis sueños. Ya en México pude disfrutar de la generosa hospitalidad de un Suizo, que para mí es algo que nunca podré olvidar; él conocía bien las reglas para vivir en mi nuevo país y me ayudó a adaptarme.
Tras una larga búsqueda, encontré muy cerca de Atotonilco el Alto el terreno ideal para establecerme y no dudé en comprarlo; esta Ciudad de los Altos de Jalisco cuenta con 60 mil habitantes y sin embargo el área total que ocupa no es más grande que la de la comunidad de Mels en Sargans, Suiza. Mi propiedad está situada específicamente en el Rancho de Santa Elena a unos 10 minutos de Atotonilco el alto, a casi 100 kilómetros de Guadalajara (segunda Ciudad en tamaño más importante de México) y a sólo 20 kilómetros al este de Chapala, el lago más grande de México.
Mi siguiente paso fue construir una casa en mi terreno, ya tenía dibujado cómo quería que fuera la construcción, así que sólo faltaba plasmarla en ladrillos, que claro, como se pueden imaginar también fue un trabajo duro. Una vez terminada la casa de mis sueños, me dediqué a ser guía turístico por diferentes rutas Aztecas, tomando como centro de operaciones mi casa en Santa Elena Jalisco.
Gracias a esto me ganaba la vida en aquel entonces, así con lo que podía ahorrar fue como pude ampliar la construcción en mi propiedad; fue hasta pasados dos años que terminé de construir (claro, quedé muy descapitalizado también), así quedaron listos los Bungalows, la piscina, jardines y todos los detalles que parecían no tener fin. Lo más pesado fue cargar todas la piedras que iban en la parte alta de la construcción (jejeje).
Entonces quedó terminado mi Paraíso personal a 1580 metros sobre el nivel del mar; la ubicación céntrica de mi hogar, el agradable clima, -pues 300 días al año la temperatura está por arriba de los 26°C- (79 grados Fahrenheit) y la hospitalidad mexicana son factores que hablan por sí mismos.
Con el paso del tiempo he mejorado considerablemente mis habilidades culinarias, por lo cual abrí las puertas de mi restaurant en el año 2001.
Creo que ya he hablado bastante sobre mí.
Después de cansar sus ojos de tanta lectura y de hacer que se les “haga agua la boca” tomen unas buenas vacaciones y visiten mi Paraíso.
Acá hablamos al menos dos idiomas (después de varios tequilas hablamos muchos más).
Gracias por visitar mi sitio en Santa Elena Jalisco y estaré muy contento de recibirlos acá y hospedarles.